Fundados en 1970 en Barcelona ESTILOS: Psychedelic Rock, Folk MIEMBROS: Selene, Jaume Sisa, Jose Mª Bravo 'Cachas', Albert Batiste, Josep M. Vilaseca
BIOGRAFIA
Musica Dispersa fue el más extraño de los grupos underground aparcidos en Barcelona alrededor de 1970. Estaba compuesto por Jaume Sisa (guitarra, percusión, voz), José Mª Bravo, eI Cachas (mandolina, guitarra, flauta, voz), Albert Batiste (bajo, armónica, órgano, batería, voz) y Selene (piano, bongos, flauta, voz). Editaron un elepé, 'Música dispersa', participaron en el Festival Permanente de Música Underground del Salón Iris y en algún que otro bolo, acompañaron a Pau Riba en la grabación de 'Dioptría 2' y desaparecieron. ¿Quiénes eran y de dónde habían salido? ¿Adonde fueron? Jaume Sisa provenía del Grup de Folk, habia grabado un single, 'L'home dibuixat-orgia nº1', y estaba preparando el elepé 'Orgia' al margen de las compañías discográficas, que no le hacían ningún caso. Albert Batiste había hecho folk-rock con su grupo Els Tres Tambors y en solitario ('La llarga processó'), y era músico de acompañamiento habitual para sus colegas del Grup de Folk, al tiempo que estudiaba la carrera de arquitecto. Cachas era un tipo raro, un madrileño que provenía del grupo La Trágala (en el que también estaban Elisa Serna e Hilario Camacho) caído entre catalanistas progresistas; larga melena rubia y abrigo de piel, y una imaginación riquísima. Selene era una voz maravillosa y exotica que buscaba su camino en el mundo musical catalán.
Sisa, Albert Batiste y el Cachas editaron, junto a Pau Riba, un elepé en el que cada uno era protagonista de una canción y los otros le acompañaban. No existía aún la idea de grupo, pero sí el embrión, y de ese embrión nació la propuesta más extravagante en el underground musical: Música Dispersa. No hicieron canciones en el sentido habitual, lo suyo eran composiciones sin letra en las que la voz era utilizada como un instrumento más, que producía sonidos pero no palabras. Una mezcla de música concreta y de ensoñación hippie, que produjo extrañas sensaciones en los que no estaban en la onda. Acostumbrados al progresismo electrificado de Máquina!, Agua de Regaliz, Smash, Vértice y el resto del movimiento underground, el público no podia comprender, ni en muchos casos oír, esa acustica Música Dispersa... y tan dispersa. Sin embargo, lo que terminó con el grupo no fue la falta de aceptación, sino, como en tantos otros casos, la partida de uno de ellos al servicio militar, en este caso la del Cachas, que era el líder del grupo; y aunque se intentó su sustitución (Angel Oriza) la cosa no resultó.
Después del servicio militar, y tras un tiempo de relativo vagabundeo, el Cachas se instaló en Menorca para vivir apaciblemente dedicado a la carpintería y otras labores manuales. Selene se casó y marchó a Valencia. Sisa y Albert Batiste prosiguieron sus carreras musicales donde las habían dejado, como si Música Dispersa hubiera sido sólo un paréntesis vacacional y nunca hubiera existido. Ciertamente, sin predecesores ni sucesores, si no fuera por el disco que dejaron tras de ellos nadie creería que fueron algo más que una alucinación. Un disco tan sorprendente e inusual que cuesta comprender cómo les era tan difícil editar sus discos y pudieron hacer este 'Música dispersa' con esas extrañas canciones: 'Hanillo', 'Cromo', 'Swami', 'Cilda', 'Rabel', 'Eco', 'Cefalea', 'Arcano', 'Fluido', 'Cítara'. Misteriosos caminos del rock.