Sam Cooke, del espiritual a las listas de éxitos
Hay una cierta propension a mitificar a aquel que muere en un momento artistico destacable, como sucedio con Eddie Cochran, Buddy Holly o Ritchie Valens. Pero seria injusto asegurar que basta la muerte para certificar una fama. Ha habido muchas bajas en el rock y no todos los protagonistas de estos accidentes han conseguido que su fama trascienda a traves de los años. El tejano Big Bopper es recordado, mas que por su cancion 'Chantilly lace', porque fallecio en el mismo accidente de aviacion en que murieron Buddy Holly y Ritchie Valens, pero nadie le ha reservado un lugar en el Olimpo pese a morir joven y de forma tragica. La prematura muerte de Sam Cooke no le llevo a la gloria, sino que impidio que diera de si todo lo que su talento prometia. Faltaba algo mas de un mes para que Sam Cooke cumpliera los treinta anos, pero la gente que se agrupaba frente al A. R. Leak's Funeral Home, en el 7838 So. Cottage Grove, no estaba alli para felicitarle por su cumpleaños. Entre ellos habia curiosidad, llanto, indignacion y un sentimiento general: ver el cuerpo sin vida del cantante que habia muerto el 11 de diciembre de 1964, como consecuencia de heridas de bala.
La America negra tenia un heroe pero si habia una multitud que le quiso dar el ultimo adios fue porque el exito acompaño a Sam en su carrera. El reverendo Charles S. Cooke era predicador y padre de familia numerosa. Es sabido que los jovenes negros nacidos en una familia religiosa tenian como salida natural cantar en la iglesia. Sam fue un caso precoz, casi un niño prodigio. Habia nacido el 22 de enero de 1935. A los nueve años forma un cuarteto, con dos de sus hermanas y un hermano, y se llaman los Singing Children. A principios de los cincuenta, Sam, todavia al lado de su hermano, canta en un grupo gospel llamado The Highway Q. C's. Tiene muchas cosas a su favor: la primera es la voz. La segunda, su magnifico aspecto. Es un joven atractivo y de agradables maneras, por lo que, a pesar de cantar todavia como aficionado, llama la atencion de los profesionales.
Los Soul Stirrers eran uno de los mejores grupos de gospel del pais pero R. H. Harris, su solista, decidio que era el momento de abandonar el septeto. Hubo discusiones para buscar un sustituto, pero se decidieron por el joven Sam Cooke, prefiriendole a gente con mayor experiencia. Y desde la primera actuacion, se dieron cuenta de que habian acertado. R. H. Harris era un reputado tenor y podia notarse su falta, por lo que habia mucho interes en comprobar lo que el nuevo solista podia dar de si. En su debut Sam canto 'Jesus is a friend until the end', con el deliberado estilo ronco de los viejos estilistas del gospel. Los ojos cerrados y los brazos extendidos. No hubo ninguna duda: el tenia el puesto. Los Soul Stirrers grababan en un pequeno sello racial, la Spetcialty de Art Rupe. En aquel entonces, ninguna figura de la musica gospel cantaba temas que hablaran de amor carnal o de placeres. Pero su aspecto, alto, bien parecido, el pelo siempre bien arreglado, dentadura blanca y perfecta y una sonrisa en los ojos que le daba un atractivo magnetico dio que pensar, en 1956, a Richard Bumps Blackwell, uno de los productores de la Specialty. Aquel chico no debia malgastarse cantando en el coro de una iglesia para doscientas personas. Con su voz y su fisico, podia abrir otros mercados. Bumps le sugirio que grabara alguna balada pop y a Sam le atrajo la idea pero temia la reaccion de su publico fiel. Para evitarla, optaron por grabar unas canciones y lanzarlas con el nombre de Dale Cooke.